viernes, 18 de junio de 2010

Riberas no pudo y cayó dignamente.

Riberas cayó como visitante en el partido revancha ante Regatas Azul por un marcador final de 73 a 93. El resultado no le hizo justicia al trámite del encuentro, que fue muy parejo hasta el inicio del último cuarto.
Riberas jugó 30 minutos de manera impecable ante un rival que por momentos entró en desesperación. Pero fue cuando restaban 9:41 para la culminación del encuentro y el tanteador era 63 a 60 a favor del local, que ocurrió un hecho que resultaría determinante en el desenlace del juego. En una jugada desafortunada, en la disputa del balón, Ciudad chocó con un rival y debió salir asistido por un corte en la ceja derecha. El jugador no regresaría a la cancha y el equipo sufriría un bajón anímico importante. Recibiendo inmediatamente un parcial desfavorable de 13 a 0 en 3 minutos. Con esa ventaja Regatas tomó confianza y terminó manejando el trámite sin pasar mayores sobresaltos. Cuando el albirrojo pudo reaccionar ya se encontraba 15 puntos abajo.
Ante la ausencia de Nicolas Gasanea, Matías Loyola ingresó en el quinteto titular pasando Rodrigo Ferroni a jugar en la posición de alero.
Riberas planteó un partido inteligente de entrada. Bajando el ritmo de juego y aprovechando la desesperación del rival. Con el correr de los minutos el cotejo fue tomando temperatura y Regatas propusó un juego friccionado, muchas veces jugando al límite de la falta o cometiendo faltas que rozaban lo antideportivo. Riberas se apoyaba en sus dos máximas figuras, Ferroni y Ciudad, quienes estaban muy efectivos y se volvían indetendibles para sus marcadores. Rossi controlaba a Noguera y Loyola se encargaba de Giuzzio. Valenti ingresó para darle aire al interno villense y también cumplió una destacada labor en la defensa de la figura local, quien no ocultaba su fastídio ante la adversidad.
En ese contexto se llevó a cabo el juego. Riberas fue inteligente para llevar el partido hasta donde mas le convenía pero lamentablemente no pudo sobreponerse a la lesión de Ciudad y le terminó costando caro. Petrella debió salir al cometer su quinta falta y, en los minutos finales, Zariaga dispuso que ingresaran los jugadores que menos minutos tienen en cancha habitualmente, pensando ya en el tercer partido de la serie.
Fue derrota digna. Asi lo entendió la gran cantidad de público que acompaño y que despidió con aplausos al equipo valorando el esfuerzo realizado por los jugadores en el parqué.

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